Vecinos del sector Las Princesas, en Concepción, llevaban meses enfrentando un problema que afectaba su descanso: el ruido generado por una iglesia evangélica durante sus actividades religiosas.

Cánticos, música amplificada y sonidos de instrumentos como baterías y bombos eran constantes, especialmente tres días a la semana, los martes, jueves y sábados, extendiéndose hasta las 11:30 de la noche.

Según se puede apreciar en el fallo judicial, familias con niños pequeños, incluyendo un lactante, reportaron que estas actividades alteraban sus noches y les impedían dormir tranquilamente.

Las denuncias llegaron hasta la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), que realizó mediciones en el lugar.

Estas revelaron que los niveles de ruido superaban los límites permitidos por la normativa en hasta 24 decibeles, especialmente durante la noche, cuando el máximo permitido es de 45 decibeles.

La situación generó preocupación tanto por el impacto en la calidad de vida de los vecinos como por los posibles efectos en su salud.

Ante estos antecedentes, la SMA decidió actuar y ordenó a la Iglesia Pentecostal "Ha de Venir" tomar medidas inmediatas para reducir el ruido.

Entre las acciones que deberán implementar están la prohibición de equipos de sonido amplificados y de instrumentos de percusión por 15 días hábiles.

También deberán reorganizar los horarios de sus cultos, limitándolos a franjas menos disruptivas: entre las 8:00 y 20:00 horas los días de semana, y entre las 12:00 y 19:00 horas los fines de semana.

Además, la iglesia tendrá que elaborar un informe técnico para identificar los problemas acústicos de sus instalaciones y proponer soluciones.

Este informe deberá ser ejecutado por un profesional especializado y presentado en el plazo establecido. Finalmente, deberán implementar las mejoras necesarias para que el ruido generado cumpla con las normas vigentes.