Una mirada al proyecto de ley de planificación territorial que protegería los humedales urbanos
En los últimos años los humedales han ganado protagonismo como ecosistemas esenciales frente al cambio climático. Diversas investigaciones destacan su capacidad para absorber inundaciones, capturar carbono, regular el clima y servir como refugio de biodiversidad. Además, aportan calidad de vida al funcionar como áreas verdes y espacios recreativos.
Estas cualidades, sumadas a su capacidad para mitigar desastres como las inundaciones, los convierten en aliados clave para las ciudades y los desafíos de adaptación al cambio climático.
Sin embargo, su protección no siempre ha sido efectiva, lo que ha llevado a debates y avances en políticas públicas, como la reciente aprobación de la Ley de Humedales Urbanos. Esta ley no sólo reconoce la importancia de estos ecosistemas de alto valor ecológico para nuestras ciudades, sino que también aborda las amenazas que enfrentan debido a la urbanización descontrolada.
En este contexto, el proyecto de ley para el fortalecimiento y modernización del sistema de planificación territorial representa un avance significativo en la integración y protección de los humedales urbanos en los Instrumentos de Planificación Territorial a escala local.
Complementando la declaratoria de humedal urbano establecida por el Ministerio del Medio Ambiente, este proyecto de ley establece un procedimiento claro para que las municipalidades incorporen dicha información en sus Planes Reguladores Comunales (PRC). De esta manera, cualquier urbanización futura en estas áreas deberá respetar los límites y condiciones específicas que garanticen la protección del ecosistema.
Lo novedoso de este proyecto ley es la incorporación de un procedimiento que obliga a las municipalidades a actuar rápidamente. Dentro de los 30 días siguientes a la declaratoria de un humedal urbano establecida por el ministerio, deben iniciar un proceso de enmienda al PRC, este proceso simplificado tiene una duración estimada de entre 6 y 8 meses.
Durante este período, se aplica una norma supletoria que clasifica al humedal como área verde, asegurando que no se pueda urbanizar sin respetar las condiciones necesarias para su protección.
Esta medida resuelve el problema de la "planificación consecutiva", donde los humedales declarados protegidos por el Ministerio del Medio Ambiente no eran incorporados de inmediato en los instrumentos de planificación territorial debido a que una modificación al Plan Regulador Comunal podía tomar años.
Este avance en la gobernanza ambiental marca un hito al alinear la planificación urbana con la preservación de los humedales, cerrando vacíos legales y protegiendo estos ecosistemas esenciales para la sostenibilidad frente a posibles amenazas inmobiliarias.
Con esta ley, Chile avanza hacia una planificación más, coordinada, ágil y eficiente, alineada con la urgencia de los desafíos ambientales. Aunque queda mucho por hacer, este es un paso concreto para que las decisiones urbanas locales y ambientales trabajen de la mano. Proteger los humedales no solo es una cuestión de leyes; es un deber ante el cambio climático y una acción fundamental para garantizar la resiliencia de nuestras ciudades.