Un hombre de 68 años fue diagnosticado con Parkinson en 2010. Desde entonces, su vida ha estado marcada por el avance de esta enfermedad que afecta sus movimientos y le ha quitado, poco a poco, la posibilidad de ser independiente.

Según se puede apreciar en el fallo judicial, en 2014, su médico le informó que podría someterse a una cirugía especial en el Hospital Clínico San Borja Arriarán, un procedimiento que podría mejorar su movilidad y reducir los temblores que lo afectan diariamente.

Sin embargo, poco después de recibir esta noticia, le comunicaron que la cirugía se suspendía por falta de presupuesto.

Aunque le prometieron que sería operado cuando se asignaran nuevos recursos, han pasado más de 10 años y la intervención nunca se realizó.

Mientras tanto, el hombre ha visto cómo su estado de salud se deteriora, obligándolo a depender completamente de otros para las actividades más básicas de su vida diaria.

En 2024, el hospital finalmente retomó las evaluaciones para determinar si podía ser operado, pero nuevamente no hubo una fecha concreta para la cirugía.

Cansado de esperar y viendo que su situación no mejora, este hombre decidió acudir a la Corte de Apelaciones de Santiago para exigir que se respete su derecho a recibir un tratamiento adecuado y oportuno.

La Corte revisó su caso y decidió aceptar el recurso que presentó contra el Hospital Clínico San Borja Arriarán.

El tribunal ordenó al hospital que, en un plazo de cinco días, entregue un informe completo explicando por qué no se ha realizado la cirugía y cuáles son las razones detrás de esta larga espera.