Niños del Valle del Elqui crean granja de bichos en su escuela para salvar cultivos agrícolas sin usar químicos
En el patio de la escuela agrícola Bicentenario en el Valle del Elqui, 25 niños y niñas autogestionan una granja de bichos. Estos insectos, criados por las y los alumnos, combaten las plagas agrícolas de la zona, para cultivar comida sin usar químicos.
En la granja de insectos, o biofábrica, se reproducen insectos llamados crisopas, cuyas larvas depredan al pulgón que afecta todo tipo de cultivos o incluso a jardines domésticos en la región de Coquimbo.
Con estos insectos, los alumnos del colegio han ayudado a campesinos en campo abierto y también en invernaderos donde se producen tomates y lechugas. Así, la plaga agrícola se controla de forma biológica, evitando el uso de agroquímicos y reduciendo el impacto ambiental en la agricultura campesina de la zona.
El proyecto, que surgió de un fondo regional y con apoyo del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria (INIA) ganó un premio Elige Innovar, que cada año entrega mentorías técnicas y $1 millón a iniciativas de profesores que estén innovando en sus salas de clase.
En el mundo y también en Chile, ante la crisis de degradación ambiental, han crecido las experiencias de control biológico de plagas, usando por ejemplo aves rapaces u otros insectos.
Los insectos también se han usado para aumentar la polinización y por ende la producción de los cultivos, con iniciativas que dejan núcleos o corredores de vegetación nativa dentro de las plantaciones, para atraer bichos nativos que aumentan la polinización.