Tras una rápida tramitación de solo 48 días, la semana pasada se aprobó por unanimidad en el Senado el proyecto que incrementa la asignación económica a los soldados conscriptos que cumplen con el Servicio Militar. La iniciativa establece la creación de la “Asignación de estímulo al Servicio Militar”, que incrementará en un 50% los sueldos de los soldados conscriptos durante 2025 y en un 75% desde 2026 en adelante. 

En conversación con El Desconcierto, el subsecretario para las Fuerzas Armadas, Galo Eidelstein destaca el aumento que mejorará las remuneraciones de los conscriptos, junto a otras medidas que apuntan a mejorar el control médico de los conscriptos, todo esto con el antecedente del trágico fallecimiento de Franco Vargas en el contexto de una campaña de conscriptos en Putre. 

Eso sí, el subsecretario reconoce que “las medidas que se han implementado son importantes, pero no son suficientes”.

-La semana pasada se aprobó de manera transversal el proyecto que aumenta la cuota económica para los soldados conscriptos. ¿Cómo valora este proyecto y cómo proyecta que puede ayudar a motivar a los jóvenes para cursar el servicio militar?

En primer lugar, esta es una gran noticia para Chile, para el país, para los ciudadanos y también para los jóvenes. Se aumenta la asignación que recibían en un 50% el próximo año y en el siguiente se llega al 75%. Esto es un logro histórico, no sólo por los montos, sino además porque concitó un apoyo transversal de todos los partidos políticos en el Parlamento. Se discutió en la Cámara de Diputados y se aprobó unánimemente, en el Senado unánimemente, en la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados unánimemente, en la Comisión de Defensa del Senado unánimemente, en la Comisión de Hacienda de manera unánime. Este es el mayor programa de mejoramiento para los conscriptos en 10 años, y lo hizo este gobierno y el Ministerio de Defensa.

Además, se destinaron recursos para exámenes preventivos de salud cuando ingresan los conscriptos, destinando 470 millones para estos exámenes cada año. Adicionalmente son 100 millones adicionales para exámenes de hipoxia, para los soldados que van a trabajar sobre los 3.000 metros de altura, además 450 millones para aumentar la frecuencia de los soldados para que vayan a ver a sus familias, sobre todo en las zonas más alejadas. 

También se hizo un convenio con los CFT estatales para que los conscriptos puedan después ingresar a una carrera técnica reconociéndose ramos, por lo tanto pueden ahorrar un semestre o incluso hasta un año dependiendo la carrera que ellos sigan. Se han discutido varias otras medidas en una mesa transversal que se hizo con parlamentarios de todos los partidos, medidas más concretas en cuanto a la formación de los conscriptos y formación de los instructores.

Cuando recibimos el ministerio el año 2022 había una cantidad de conscriptos que era la más baja en muchos años. Nosotros duplicamos eso al día de hoy este año 2024 y para el 2025 también esperamos que siga aumentando con estas medidas y con las campañas que se han realizado. Ya tenemos una cantidad muy importante de voluntarios inscritos en su servicio militar. Aprovecho de hacer un llamado a los jóvenes, porque todavía siguen durante todo enero la posibilidad para que ingresen, entrando a la página web serviciosmilitar.cl para hacer el trámite.

-Usted menciona lo importante de este aumento en la asignación de conscriptos. Más allá de este gobierno, ¿por qué se hace ahora? ¿Por qué no fue antes, sabiendo que habían pasado tantos años?

La verdad es que no sé exactamente qué pasó antes, nosotros no estábamos en el gobierno en esta función, pero la gran baja vino durante el gobierno de Piñera y sobre todo con la pandemia. Se estimaba que iba a haber una baja, pero nunca tanto y ahora se hicieron todos los esfuerzos y efectivamente han dado resultados, como te digo, aumentamos al doble de lo que había cuando nosotros llegamos.

-Entendiendo el diagnóstico general sobre las condiciones en que desarrollan su labor los conscriptos, que son bastante precarias, ¿cree que estas medidas son suficientes para que los jóvenes se hagan parte del servicio militar? Porque si bien hay un mayor nivel que cuando ustedes recibieron, sigue habiendo un déficit.

Efectivamente tiene razón, las medidas que se han implementado son importantes, pero no son suficientes. De hecho, hay planificadas 40 medidas en total y he hablado de unas 7 solamente. Son medidas que tienen que ver con la convivencia, con la formación, con una serie de trámites, con seguros también que no existían. Durante todo el próximo año vamos a implementar esas medidas. Hemos hablado con el ejército para llevar a cabo estas funciones.

-Este año se dio una situación que afectó al Ejército y el desarrollo normal del servicio militar: el caso de los conscriptos de Putre, donde falleció lamentablemente Franco Vargas. ¿Cuánto afecta este caso al reclutamiento y a la visión que se tiene sobre el servicio militar?

Todavía estamos en plena campaña, así que no sabemos, el resultado final lo vamos a ver en abril, cuando ingresen los conscriptos efectivamente a los cuarteles. Hay exámenes médicos previos, hay gente que quiere hacerlo, pero finalmente no puede hacerlo por temas médicos u otros. Sin embargo, hasta el día de hoy, con lo que ya está en el servicio militar, vemos que efectivamente no ha habido una baja. No ha afectado por lo menos directamente el grave hecho que ocurrió en Putre en abril de este año y estamos muy preocupados por eso.

-Una de las investigaciones que ya concluyó fue la de la Comisión Investigadora del Congreso. Ahí se cuestionó mucho el actuar del ejército y de los mandos. ¿Qué lecciones cree que se pueden sacar respecto al actuar de las instituciones?

No solo esta comisión, sino que el mismo comandante jefe del Ejército criticó fuertemente la información que se le entregó en su momento y los hechos. Efectivamente ocurrieron hechos gravísimos, y las medidas que relaté antes tienen que ver con eso. Sobre todo tiene que ver con la formación de los conscriptos y el tipo de instrucción que reciben. Ahí hay un gran tema que estamos conversando con el Ejército y también el tema de los exámenes médicos para que se mande a altura a las personas que pasen adecuadamente el test de hipoxia, que no se había tomado anteriormente y eso es un gran error.

-En la Comisión Investigadora se constató una falta de protocolo específicamente en cómo actuar en casos como los de Putre. ¿Se ha avanzado en esta materia?

Sí, efectivamente estamos en ese trabajo. Hay más de mil protocolos, no es una relación que se pueda hacer rápida. Y hay protocolos que no se cumplieron. Y hay, efectivamente, otros protocolos que no existían y también se están incorporando. Efectivamente, es un trabajo que no estaba hecho y lo estamos haciendo ahora.

-¿Cómo ve que el Ejército ha tomado este caso? ¿Se ha tomado con la responsabilidad suficiente?

Hemos hecho varias reuniones con el ejército y también con otras ramas, no solamente invitamos a la Fuerza Aérea, también a la Armada a algunas de estas reuniones. Efectivamente se están tomando las medidas. Hemos visto una muy buena actitud del Ejército en reconocer los problemas que tienen y en la posibilidad de hacer los cambios lo antes posible.

-Llama la atención que estos cambios tengan que ser a raíz de una tragedia, no a través de una proactividad de la institución. ¿Cómo ve que el Ejército debería empezar a actuar pensando más allá y no solamente reaccionando a este tipo de tragedia?

Creo que hay una debilidad en la institución respecto a eso. Y estamos trabajando para que eso se mejore. Efectivamente hubo errores en la conducción del Ejército en esta materia.

-La directora del INDH aseguró que había una falta de perspectiva de derechos humanos en la formación de los soldados. ¿Usted cree que efectivamente hay una falta de incorporación de visión de los derechos humanos en cómo se desarrolla la actividad del ejército?

El año 2022, cuando ingresamos al ministerio, propusimos tener una opinión respecto a la formación en general de los soldados y fuimos vetados por la oposición en el Parlamento. La Contraloría nos vetó en que nosotros pudiéramos opinar respecto a la formación de los soldados. Lamentablemente, porque uno de los puntos centrales que teníamos era lo que se llama la formación general, que tiene que ver no con los ramos específicos militares, sino con ramos de formación general, como ciencia política, filosofía, ética y también derechos humanos. 

Alcanzamos a tener algunas reuniones respecto a ese tema con las tres ramas, pero inmediatamente llegó este veto. Yo creo que es algo que hay que cambiar. No es posible que el Ministerio de Defensa, que es el conductor y el brazo que tiene el presidente para conducir a la fuerza armada no pueda tener una opinión respecto a la formación de los soldados. Es una anomalía que no existe en otros países civilizados. Por supuesto que el Ministerio de Defensa tiene injerencia directa en cómo se forman los soldados, pero aquí hay un veto.

-¿Cuál es el conducto que se puede seguir para innovar en esa materia?

Yo espero que a raíz de lo que pasó en Putre haya mayor conciencia de la importancia de la acción.

-En agosto se anunciaron medidas robustas desde el gobierno sobre control fronterizo. ¿Cree que han dado fruto esas medidas que se han tomado respecto al control fronterizo en la zona norte?

Este es un tema fundamentalmente del Ministerio del Interior, no de Defensa, pero efectivamente participan ahí las fuerzas armadas en el norte en base a este proyecto de la Ley de Infraestructura Crítica. Y ahí tiene una participación bien específica la fuerza armada, que es en temas de transporte, temas logísticos y temas de comunicaciones, eso es lo que le autoriza la ley. 

Efectivamente han estado trabajando mano a mano con Carabineros y la PDI en la zona, y ellos acompañan las labores de la policía para hacer estos controles. En cuanto a la participación de la Fuerza Armada, estamos muy de acuerdo, ha sido bastante útil, según las policías. Y respecto a la efectividad, yo prefiero no opinar por otro comité.

-¿Cómo ve el avance de los proyectos de ley que afinan las atribuciones de las Fuerzas Armadas, como infraestructura crítica y reglas del uso de la fuerza?

Ha salido a la palestra esta discusión de la participación de la fuerza armada en la seguridad interior. Lo primero que hay que decir es que hay una participación permanente de las fuerzas armadas en orden interior. Por ejemplo, en la Dirección General de Aeronáutica Civil, la DGAC, tienen que estar a cargo de la seguridad en todos los aeropuertos y aeródromos, que son más de 200 en todo el país. 

En el caso de la Armada, está la Policía Marítima, que hace también una labor permanente día a día de fiscalizar todo lo que pasa en el borde costero, los buques que llegan, la revisión de los contenedores. Y ahí ha habido mucha labor contra el crimen organizado respecto al transporte de drogas, armas. En el caso de la Dirección General de la Movilización Nacional, que propone el Ejército y que depende también de nuestra subsecretaría, también hay una labor muy importante porque ellos planifican el control de armas.

Hace unas semanas, el gobierno reactivó que los militares también participaran en esta fiscalización, ya sea en armería, clubes de tiro y también en domicilios particulares, cosa que hacía absolutamente Carabineros hasta ahora. Se hizo una capacitación importante a un grupo de militares, y ellos ya están trabajando, están fiscalizando armería, clubes de tiro y habitaciones particulares.

Sin embargo, es un tema delicado. Los soldados no son formados para orden interno, son formaciones que duran años. La formación militar es muy distinta. Tiene que ver con la defensa contra la invasión o contra el atentado o peligro de una guerra, de un acto internacional. Usan armas distintas, tienen protocolos distintos, tienen doctrinas distintas, tienen objetivos distintos. Mucha gente piensa que como usan armas, igual que los carabineros, entonces sirven para esto, pero usan otro tipo de armas, tienen otra regla de uso de la fuerza. Podemos participar pero hay que irse con cuidado, hay que hacer una capacitación especial y efectivamente estamos colaborando con todo lo que nos pide el gobierno en este sentido.

-¿Cuánto afecta a la visión que tienen las personas del rol de la Fuerza Armada que se siga insistiendo en que cumplan un rol al que no están preparados?

Es una actitud que ha tenido fundamentalmente la oposición. Yo creo que hay un objetivo político también detrás de eso. Muchos de ellos saben que las Fuerzas Armadas no están preparadas, sin embargo, igual insisten en este tema. 

Las Fuerzas Armadas tienen otras labores. En las elecciones, por ejemplo, hubo un despliegue muy grande, 27.000 militares estuvieron trabajando. Están en las catástrofes también, en los temporales, en las inundaciones, en los incendios. El empezar de lleno a hacer la misma labor de las policías tiene el problema que se debilitan las policías con esto, porque en vez de comprar medios de transporte, porque esto requiere medios especiales, no podemos mandar tanques a un sector para parar incendios. La medida en que se ingresan recursos a las Fuerzas Armadas está en la práctica debilitando a los organismos especializados. La política de gobierno ha sido coherente con eso, ha invertido mucho dinero en las policías, justamente en medios y en personal, para fortalecer el orden interno, tanto contra el crimen organizado como contra los desastres naturales.

-¿Qué experiencia se ha ganado del control en la macrozona sur con el estado de excepción?

En general, siempre se aprende, sobre todo que es algo bastante nuevo en este gobierno. Por lo que hemos sabido el balance ha sido positivo con la participación de las Fuerzas Armadas. No han ocurrido problemas graves porque uno de los temores era ese, que hubiera habido actuaciones que no corresponden, sobre todo con las reglas de uso de la fuerza, pero en general no ha habido este tipo de temas, así que efectivamente estamos tranquilos de que se están haciendo bien las cosas en el sur.