Podcast, programas de streaming y cortos en redes sociales: La nueva forma de la política para acercarse al electorado

Podcast, programas de streaming y cortos en redes sociales: La nueva forma de la política para acercarse al electorado

Por: Daniel Lillo | 21.12.2024
Marcelo Santos, académico de la Universidad Diego Portales e investigador del Núcleo Milenio MEPOP, considera que esta forma de presentarse ante la audiencia por parte de políticos y partidos podría responder a tres razones: el bypass a los medios, eludir el periodismo crítico y mostrar una imagen fuera del ‘establishment’.

¿Cómo llegar a nuevas audiencias, más jóvenes y desconectadas de los medios de comunicación? Esa es la pregunta que varios en la política han comenzado a hacerse durante el último ciclo político y a la cuál han tratado de contestar con nuevos proyectos audiovisuales, esta vez, no desde la televisión o la radio, sino que a través de plataformas de streaming

Podcasts, programas en Youtube, Reels o TikToks son algunos de los formatos que han ganado popularidad en parlamentarios y partidos políticos para acercarse a esa audiencia que se muestra lejana a la actividad política. Todo esto, en el contexto en que las redes sociales han comenzado a reemplazar a los medios como canalizadores de la información y, a la vez, la nueva realidad electoral que supone el voto obligatorio. 

Uno de los proyectos de esta índole que ha resaltado y ha llamado la atención es el que encabeza la diputada y jefa de bancada Independientes-PPD, Camila Musante. “Políticamente incorrecta”, como se autodefine la parlamentaria, es el nombre del programa de conversaciones en que la diputada se desempeña como entrevistadora de distintas figuras de la política. 

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“Tenía ganas de hacer un programa con este formato que permitiera acercar la política a otro formato. Y no solamente con la idea de que se me vea a mi más relajada en el rol de conductora, o a los invitados, sino que también hacer partícipe a los espectadores de las redes de la conversación y que puedan interactuar con nosotros reaccionando en las redes sociales”, dice Musante sobre su programa en que ha participado Darío Quiroga o el mismo alcalde de Puente Alto, Matías Toledo. 

Respecto a cómo su programa viene a quebrar el molde de la forma en que se comunica la política en programas de televisión clásicos como Tolerancia Cero o Estado Nacional, Musante afirma que “tenía la idea de hacer eso, porque hoy estamos muy encapsulados hablando entre un grupito pequeño del entorno político y lejos de, por ejemplo, el mundo de las organizaciones sociales o los emprendedores. Entonces, yo quería romper esa barrera. Y creo que algo de eso es políticamente incorrecta”. 

¿Por qué el nombre ‘políticamente incorrecta’? La diputada asegura que “la gente está acostumbrada a escuchar declaraciones que sean de corte muy diplomático y la idea es salir de ese marco; decir cosas que pueden estar un poco fuera de lugar según el estándar serio que predomina en el Congreso o que te puede jugar en contra, pero obviamente siempre desde el respeto”.

Otro parlamentario que ha incursionado en formatos digitales es el diputado Gonzalo Winter, quien lleva adelante un podcast que publica en su canal de Youtube y en Spotify con el nombre “Un podcast de Gonzalo Winter”. Ahí, junto a otros invitados, desmenuza la contingencia —siempre en el tono serio que lo caracteriza— pero sin un periodista que esté contrapreguntando insistentemente.

Esta manera de acercarse al electorado no es exclusiva de parlamentarios que se identifican con el oficialismo. De hecho, el formato de streaming fue explotado primero por el polémico Johannes Kaiser, diputado exrepublicano y hoy líder del movimiento libertario de Chile que aspira a constituirse como partido político. 

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Si bien a Kaiser sus deslenguados comentarios vertidos en sus transmisiones le han jugado malas pasadas —como cuando se viralizó la cuña en que decía cuestionaba el derecho a voto de las mujeres—  también es cierto que parte de su popularidad viene precisamente de la fuerte presencia que tenía en Youtube antes de ser electo como diputado.

En la actualidad, el diputado sigue transmitiendo en su canal ‘El Nacional Libertario’, aunque con mucha menos frecuencia. 

Eso sí, esta forma de acercar la política al electorado no es exclusiva de parlamentarios. Partidos políticos también han comenzado a desarrollar este tipo de espacios en sus respectivas plataformas digitales.

Uno de los casos más notorios es el del Partido Republicano que, en el periodo del segundo proceso constitucional —el cual comandaron—, lanzó el programa ‘Semana RE’ donde José Antonio Kast y otros dirigentes de la tienda comentaban el acontecer nacional con un estilo de noticiero. El programa, en todo caso, ha reducido la frecuencia con que se publica siendo el último capítulo estrenado en octubre.

¿Fenómeno al alza?

Muchos extractos de estos programas también van a parar a las distintas redes sociales de quienes los desarrollan; preferentemente TikTok o Instagram en su formato Reels. Los cortos, que usualmente no duran más de un minuto, tratan de encapsular una idea fuerza y llamativa que pueda impactar a los usuarios y así ganar impresiones, ‘likes’ o seguidores, lo que podría traducirse eventualmente en votos. 

Marcelo Santos, académico de la Universidad Diego Portales e investigador del Núcleo Milenio MEPOP, considera que esta forma de presentarse ante la audiencia por parte de políticos y partidos podría responder a tres razones: el bypass a los medios, eludir el periodismo crítico y mostrar una imagen fuera del ‘establishment’.

Sobre estos elementos, Santos menciona que “el primero es el bypass de los medios, una tendencia que nace hace 20 años con los blogs y otras fuentes. Por ejemplo, Petrobras en Brasil empezó a grabar sus entrevistas para asegurar que no saliera nada fuera de contexto en los medios y las publicaba íntegramente en internet como una cuestión de transparencia. Esto refleja un enfrentamiento inicial para controlar o reaccionar ante un posible problema de encuadre de los medios, especialmente por fuerzas de izquierda, considerando que en América Latina los medios están hegemónicamente controlados por poderes políticos y económicos más condicionantes del status quo”. 

En ese sentido, Santos afirma que el bypass a los medios también puede responder a otros intereses, por ejemplo, desde la derecha. 

“La segunda tendencia es el bypass del periodismo crítico, pero desde el otro extremo, desde la extrema derecha. Tenemos ejemplos como Trump con Twitter o Bolsonaro. Son políticos que combinan la criminalización o maltrato a los medios tradicionales para que sus seguidores -ni siquiera militantes o votantes, sino seguidores bajo una lógica de red social y fanatismo- los vean en plataformas donde no hay intermediarios”, acota. 

En el caso de Brasil, explica Santos, se dio que la prensa dejó de cubrir la salida del palacio presidencial debido a que los fanáticos de Bolsonaro agredían a periodistas. Esto fue utilizado por el expresidente para reemplazar el rol de la prensa con sus propios transmisiones vía plataformas digitales: “En lugar de dar su primer discurso por cadena nacional de televisión, prefirió hacer un Facebook Live, declarando así que su comunicación sería directa, sin intermediarios”, señala Santos. 

En tercer lugar, estaría la tendencia más reciente —desde hace unos cinco años, dice Santos— que lleva relación con los llamados ‘influencers’. 

“El caso emblemático más reciente es Pablo Marzal, que quedó en tercer lugar por menos de medio punto porcentual del segundo puesto para la alcaldía de São Paulo, la ciudad más rica de Brasil. Y este fenómeno también ha ocurrido en Italia y otros países”, dice el analista. 

En esa línea, Santos complementa señalando que “estos ejemplos han provocado en los marketeros políticos la percepción de que quienes ya están en la política podrían perder su puesto ante estos nuevos actores si no hacen lo mismo”.

“Es una especie de reacción del establishment -incluyendo desde el Frente Amplio hasta los republicanos- ante los outsiders que vienen de fuera de la política y se nutren de la lógica de las redes sociales. Es similar a lo que pasó con los movimientos sociales: primero ocuparon las redes para articularse, y después de cinco años esas mismas redes fueron ocupadas por fuerzas de mantención del orden, gobiernos y think tanks conservadores. Hoy vemos países como México con grandes operaciones de control del disenso en redes sociales. Es una inversión de esa oportunidad inicial de los outsiders y la reacción de las fuerzas del status quo por mantener sus privilegios”, sentencia.